Institución colectiva, sostenible

Educación formal en los grados de maternal,
preescolar y básica primaria

Educación Integral

Abuela Montañita Misión

Abuela Montañita es una institución colectiva, sostenible, que brinda una educación formal en los grados de maternal, preescolar y básica primaria, basada en los principios antroposóficos y en la pedagogía Waldorf, que a través de procesos de apoyo con las familias, grupos de estudio, terapias holísticas, talleres vivenciales y teóricos de arte y de la mano de maestros profesionales, con compromiso ético, moral, apertura a la autoeducación, que respetan el desarrollo en cada etapa de su evolución, busca formar seres humanos para la vida, con un cuerpo físico saludable, para que manifieste con certeza y coraje el amor, con un alma que se reconoce y se relaciona consigo mismo y con todos los seres desde la tolerancia y la empatía, con pensamientos infundados en un criterio propio que persigue Ideales bondadosos y verdaderos y con capacidad de manifestar su proyecto y propósito de vida. Seres humanos creativos que veneran y cuidan la naturaleza, la existencia y pueden trabajar en comunidad.

Comencemos a educar

+50 estudiantes felices . Extracurriculares . Maestros Waldorf . Educación Integral

Abuela Montañita Visión

Proceso comunitario y educativo Abuela Montañita, se proyecta al 2030 como una Escuela Waldorf, valorada y apreciada, con gratitud por los ciudadanos de Manizales, quienes son testigos del acompañamiento consciente brindado a familias, niños y niñas del primer y segundo septenio, quienes desarrollan su ser de manera integral; favoreciendo el sentir y actuar, formándose como individuos saludables, felices y libres, capaces de realizar su proyecto de vida, con las herramientas para trabajar en común unión, considerando el bienestar de todos los seres vivos.

Abuela Montañita Filosofía

“El curriculum Waldorf nace a partir del amor hacia el ser humano”.

Partimos de la concepción ANTROPOSÓFICA, que combina las ciencias naturales con la ciencia espiritual, despertando así el amor hacia el ser humano y el sentido práctico de la vida, lo cual hemos integrado al proceso educativo a través de la pedagogía Waldorf, esta concibe el ser humano como unidad ternaria: cuerpo, alma y espíritu, los cuales se armonizan a través del qué hacer pedagógico, los procesos del pensar, sentir y actuar. Partiendo de esta individualidad, somos conscientes que el maestro es el acompañante encargado de orientar, proteger, conservar y motivar el desarrollo del ser, para que el niño pueda desplegar todo su potencial con seguridad y libertad.

En Abuela montañita queremos conservar y desarrollar en el niño y la niña las capacidades y talentos que traen naturalmente, en comunión con el todo que es la naturaleza, el cosmos y las leyes universales, para que pueda sentirse parte y reconocer su origen divino; más allá de toda religión, valorando, agradeciendo y venerando la creación.

Es así como el arte, el movimiento, el juego y la fantasía se convierten en los medios para que el niño y la niña, crezcan en contacto con su esencia y en armonía con su entorno, manteniendo su entusiasmo por ir a la escuela, su deseo de saber, de hacer y de conocer.

A medida que el niño y la niña crecen, el aspecto intelectual adquiere su justo tiempo y medida según sus necesidades, sin quebrar ni perturbar su equilibrio interno. Esta es la base para un adulto despierto, observador, sensible, con mente clara y un pensamiento flexible que le permite auto educarse y seguir su camino en la vida, capaz de descubrir su talento o vocación y con la capacidad de cumplir con alegría y dedicación su propósito en la tierra.

Nuestros Símbolos

Una espiral montaña de arcoíris, con un centro corazón que es camino, camino entendido como proceso. Procesos acompañados en sus fases de luz y sombra.

Ahí surgen los encuentros de colores, así creamos un hogar seguro para el ser individual, que pueda luego SER en comunidad.

Esta es una invitación que extiendo de corazón, En la Escuela de la Abuela se despierta la la emoción, Acuarelas, maestros amigos, Hoy nos abren el camino, A la infinita creatividad que de la mano va conmigo.

Ven conmigo a cantar, Ven a jugar, a la flauta tocar, Ven a sembrar, ven conmigo a tejer, ven a bordar, A la escuela aprender, ven a crear. (bis)

Es la integración del reconocimiento al espacio geográfico que habitamos - cordillera central de los Andes –formas que abrigan nuestros ojos hacia cualquier horizonte que miremos. Las montañas donde reposan nuestras vidas y que nos alimenta con todo lo necesario para existir (tierra fértil, agua que fluye, árboles, plantas y animales que la adornan).

Principios Filosóficos

La Escuela Abuela Montañita es una institución inclusiva, donde se pueden acercar todas las familias sin distinción de etnia, religión y cultura.
La sana relación del ser humano consigo mismo es la base para una sana relación con los demás.
El ser humano es una unidad integrada por sus aspectos físico, anímico y espiritual.
El ser humano está en constante cambio, no es un producto terminado.
Cada ser humano es individual y posee un ritmo propio de aprendizaje.
La individualidad del ser humano es insustituible; no se puede repetir la identidad, la libertad de elección y la responsabilidad de su propia existencia constituirán una unidad integrativa, en una continua y dialéctica relación consigo mismo y el mundo que lo rodea.

Los niños y niñas serán respetados y considerados como seres en desarrollo.
A los niños y niñas se les permitirá la plena libertad de su infancia.
Los niños y niñas son en esencia diferentes del adulto.
La comunicación estará basada en la verdad y en la libertad de opinión.
El respeto por el ser humano será el fundamento que marque nuestras relaciones.
El desarrollo sano de la personalidad y el intelecto permitirá a los niños, jóvenes y adultos, manejar con criterio la tecnología, sin ser dominados por esta y el entorno.

Educando con sentido

Principios Filosóficos

Principios Pedagógicos

La educación es un arte que exige un método artístico.
El arte es inherente a la esencia del ser humano, está presente desde que brota la vida.
El arte, el movimiento, el juego y la fantasía permiten descubrir y mantener el interés por el conocimiento, enriquecen el acto de vivir y proporcionan experiencias nuevas para el crecimiento personal de manera integral.
En la manifestación artística existe un alimento espiritual que le da sentido profundo y creativo a la vida.
La música favorece el impulso de la vida interior y apela al desarrollo de la voluntad, la sensibilidad, el amor, la inteligencia y la actividad creadora.
La pintura se concibe como una verdadera proyección del mundo interior del niño, cumpliendo una función ordenadora e integradora que le permite aprender libremente e incorporar del entorno los elementos adecuados a sus necesidades.
El respeto del juego es un derecho del niño, y se toma este como el equivalente al trabajo en el adulto.
El movimiento es el origen y la expresión de la vida. Todo en el ser humano está en constante movimiento, todo en él tiene un ritmo: su sangre, su respiración, sus órganos, sus músculos. El alma y el espíritu también se mueven.
Tomamos el movimiento con una gran responsabilidad, especialmente en el trato con los niños, los gestos equilibrados, sanos y nobles los ayudarán y formarán en su crecimiento.

Sobre los niños y las niñas tendrán efecto no solo el contenido del aprendizaje, sino también la experiencia global.
Un adecuado ritmo diario en la enseñanza da seguridad, confianza y desarrollo de la voluntad.
El interés del niño y la niña nace de su necesidad, esto le proporciona la suficiente motivación para el aprendizaje.
El niño y la niña percibe primero el todo y luego las partes.
El currículo Waldorf responde a las necesidades y exigencias de la etapa evolutiva del niño y la niña.
Un real conocimiento del niño y la niña nos permitirá “leer” sus verdaderas necesidades en una etapa evolutiva correspondiente.